jueves, 18 de julio de 2013

Vidas llenas de sueños

La Vida y los Sueños van juntos de la mano. Una vida sin sueños es una vida vacía, sin ningún propósito que conseguir y... Entonces, si no tenemos sueños ¿Qué tenemos?

No tenemos nada. Nada. Cero. Estamos con las manos vacías. Si, para empezar, no tenemos un propósito nuevo cada mañana, ya ni haría falta que nos levantáramos de la cama. Si vamos a vivir un día sin nada que hacer, ¿Por qué levantarse?

Y si luego tampoco tenemos sueños, no vale la pena vivir. Porque ¿Por qué vivir una vida sin nada a motivarnos?

Una vida sin sueños, no es vida. Vivir es soñar y soñar es poder vivir.

Vivid una vida de sueños y intentad realizarlos, vale la pena. Si no, preguntaros, entonces, el porqué estáis aquí, el porqué vosotros habéis sido los elegidos para llegar a este mundo y vivir y, en ese momento, buscad vuestro propósito para vivir ese día; luego ya tendréis tiempo de buscar e intentar realizar vuestro sueño.



"¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son. "  - Pedro Calderón de la Barca

Núria 

domingo, 14 de julio de 2013

Cómo lo desearía

Cómo desearía poder encerrarme en una habitación contigo y dejar todo el mundo detrás de la puerta. Poder tenerte junto a mi, sin que el mundo se interponga entre nosotros. Dejando toda la otra realidad ajena detrás de la puerta. Siendo solo tú y yo.
Tocándonos.
Acariciándonos.
Sintiéndonos.
Besándonos.
Queriéndonos.
Amándonos.
Tú y yo junto a los latidos de nuestros corazones de fondo tocando la misma sinfonía.
Cómo desearía que llegara el día en que llegaras y poder encerrarnos en la habitación. Sueño contigo y aún ni te conozco, pero aquí estoy, dejando la puerta abierta para ti. Esperándote, Amor.


Núria

miércoles, 10 de julio de 2013

Happily ever after

Odio, de verdad, ODIO que en la ficción (películas, libros, series... lo que sea) se empeñan en hacer finales tristes. ¿Qué hay de malo en los finales felices? Esos "...y vivieron felices y comieron perdices", ¿Dónde se han perdido? Porque últimamente estoy harta de que hagan estos finales para sacarte las lágrimas. ¿No es suficientemente cruel la vida, esta realidad en la que vivimos, para que también nos hagan hacer sufrir en la ficción?
A mi me gusta ver películas y series y leer libros porque me evaden de la realidad en la que vivo, porque me hacen pasar un buen rato y estoy desconectada pasándomelo bien ese tiempo, pero cuando terminan con un final triste, realmente, lo odio porque me fastidian este tiempo que quería pasármelo bien y hacen que después, una vez ha terminado (la película, capítulo o novela) me coma el coco pensando en ese final y en esos " Y si...".
¡Dejad de poner triste a las personas con estos finales y hacednos felices y sacadnos una sonrisa que hay mucha escasez de esto últimamente y por desgracia! En este mundo las sonrisas están en peligro de extinción, así que directores, guionistas, escritores (etc.) no terminéis con las pocas que quedan y motivarnos a sacar más sonrisas.

Porque... ¿A quién no le gustan los "Happily ever after?


Núria

Huellas en la arena

Es parte de las personas tener sueños, una realidad con la que soñar. Esos sueños que se tienen antes de quedarte totalmente dormida en la cama. Esos instantes en los que sueñas con una realidad que te gustaría vivir y luego te duermes soñando con esa realidad perfecta y llena de felicidad.
Pero al despertarte y levantarte la mañana siguiente todo se ha borrado, y caes en la realidad que realmente estás viviendo y se te acaba borrando todo sueño que has tenido.
Es como caminar por la playa y dejar tus huellas marcadas en la arena y que luego el mar, con una ola, las borra todas. Eso es lo que hace la realidad, nos borra los sueños.



Núria

Querido pasado,


Por si no te has dado cuenta por ti solo, he crecido. Ya no soy la misma niña de seis años con dos coletas, a cada lado de la cabeza, recogidas con dos lacitos rosas. Si no lo has visto aún, he madurado. Ya he dejado de peinar y cambiar de ropa a las muñecas, he dejado de jugar a las cocinitas y ya no me conformo con un sugus o un simple caramelo que, antes, eran uno de mis principales motivos de sonrisa.
Es verdad que estoy ocupada jugando con una muñeca, pero de lo que me ocupo ahora es de lo que hace y de lo que le depara la vida, mi vida. Esa muñeca soy yo, pero esta vez, no puedo permitirme juegos.
Ahora tengo un presente en el cuál ya no puedo dejar pasar el tiempo pensando en mi niñez ni en mis errores. Quiero borrar mi pasado, todo lo que he sido, quiero renovarme y alejar todos los recuerdos que tengo. Necesito separarme de la persona que fui y acercarme a otra persona nueva, fresca y diferente. ¿Es mucho pedir?
Tan solo quiero que te alejes de mí para poder avanzar, sin estancarme, que es lo que estás provocando tú en mí. Sé que mis hechos no se pueden borrar, ni tampoco quién fui, ni lo que hice. Me comporté muy mal, hice de mi vida un mal sueño del que ahora quiero despertar. Dentro de mí tengo el ansia de abrir los ojos y despertarme para poder liberarme de tanta oscuridad. ¿Dónde están las varitas mágicas de las hadas de los cuentos cuando necesitas un poco de ayuda? Porque yo necesito mucha, de ayuda, necesito apoyo, alguien con quién hablar y que sepa subirme la moral, alguien a quién no le importe lo que fui ni lo que soy. Quiero alguien a mi lado que sepa valorar lo que quiero ser en un futuro y me ayude a conseguirlo.
Siento que si desapareciera nadie me echaría en falta. Ni una sola lágrima por mí, ni un solo recuerdo conmigo. Nada. He chocado con esta realidad y he caído de mi "sueño" de vida que creía que me hacía feliz. Sí, tengo gente que me quiere pero me siento sola, desplazada y... Verdaderamente olvidada.
Aunque sé que ahora tengo un presente, un ahora que vivir, no puedo dejar de pensar en más allá. En lo que puedo ser pero no soy, en lo que quiero y no tengo, en el tiempo perdido y el que me espera; que cada minuto que pasa, este tiempo, se me escurre de las manos, siento que lo pierdo, que estoy atrapada en cuatro paredes que no me dejan ver más allá, que impiden mi avance y que cada vez me siento más perseguida y rodeada por los fantasmas de mi pasado.
Necesito ayuda. ¿Por qué siento tanto miedo si en realidad soy yo misma la que no me dejo avanzar? Realmente, soy yo la que se pone obstáculos que no me dejan cambiar. Tengo que sacar fuerzas dentro de mí, no puedo rendirme y quedarme tendida en el suelo envuelta por estas paredes, tengo que creer en mí.
¿Sabes qué Pasado? Si no puedo atravesar estas paredes, tendré que escalar, pero si tampoco puedo, porque son demasiado altas, no diré que no puedo, seguiré intentándolo y excavaré para poder salir de esta cueva del pasado que me retiene.
Sé que lo conseguiré porque sé que merezco ser alguien mejor y, también, sé que puedo serlo. Cuando salga de aquí, me veré envuelta de tanta luz, después de estar rodeada de esa oscuridad, que me sentiré reconfortada y esta sensación será el inicio de mi nuevo yo, alguien con ganas de empezar algo nuevo y alguien mejor. Pero lo seré, cuando tú, Pasado, dejes de atormentarme. Ahora soy lo suficientemente valiente como para enfrontarte, así que será mejor que me dejes porque si no, dentro de poco, quien se alejará de ti seré yo.


Atentamente, partiendo hacia un futuro mejor.



Núria

Tic. Tac.

Las personas, muy pocas veces, o nunca, ven cuánto pueden cambiar las cosas en tan solo un instante porque nos cuesta ver que cada momento que vivimos tiene importancia y que conlleva una consecuencia. Todos somos quienes somos por lo que hacemos y eso hace que cada minuto, no, mejor dicho segundo importe, porque todo puede cambiar.
El tiempo es algo que realmente va en nuestra contra siempre y debemos aprender a afrontarlo, si no lo hacemos estamos perdidos. Perdidos en un mundo caótico, sin rumbo, sin sentido, desordenado... Y todo eso ¿Por qué? Pues porque no hemos sabido administrar nuestro escaso tiempo de vida en algo realmente especial e importante.
Tenedlo en cuenta, cada segundo que vivimos importa y si alguien no lo sabe apreciar... Ya se encontrará la patada en el culo que le hará el mundo.

Tic. Tac. ¿Qué vas a hacer tú con el tiempo que la vida te ha dado?


Núria

Pensamientos aleatorios

Silencio. No oigo nada.
Soledad. Estoy sin nadie.
Miedo. No tengo protección.
Frío. Angustia. Terror. No siento nada más. Todo está demasiado vacío.
Me frustran todos los pensamientos que dan vueltas por mi cabeza y que no tienen respuesta ni solución.
Todo tan complicado y yo, preguntándome por ello.
Pienso y no sé lo que pienso. Tanto por lo que preocuparme y no sé qué es por lo que tengo que preocuparme primero.
¿Perdida? Un poco, pero no sin una solución a esto.
Cierro la ventana y bajo la persiana inundándome de toda la oscuridad que hay en la habitación. Sin ningún lugar en el que perderme. No hay nada. Cierro los ojos y dejo escapar todos los pensamientos que están turbándome mi mente.
No oigo nada y lo oigo todo.
Estoy sola y acompañada.
Y el miedo no existe dentro de una oscuridad que me protege.


Núria

Libros

Un buen libro es aquel que hace que te sumerjas en su mundo, de forma inevitable haciéndote vivir en sus mundos de fantasía eternamente. 
Los libros que valen realmente la pena son aquellos con los que, al ir leyendo la historia, has sentido, vivido y experimentado las mismas sensaciones que el protagonista.









Si encontráis un libro así, no lo dejéis, ponerlo en un pedestal y adorarlo, libros así hacen que te olvides de lo que te espera en el mundo real y que puedas disfrutar de un momento de fantasía. Así que, de verdad, libros así, mantenedlos junto a vosotros por si en algún momento queréis volver a revivir su historia.



Núria

Afróntalo, sonríe, no digas que no.

En nuestro mundo estamos rodeados de injusticias  personas sin delicadeza alguna al decirte las cosas, personas que te desprecian sin motivo alguno, intentas hacer algo y ellos te derrumban, pero ¿Sabéis qué? Yo, muchas veces, me he sentido sola, sin apoyo alguno, sin nadie que consiguiera alegrarme el día tan nefasto que estaba pasando. Me pasaba eso, sólo porque me importaba lo que dijeran los demás, porque era tan estúpida de inquietarme y ponerme nerviosa por si la otra gente me juzgaba por lo que hacía. No aprovechaba el momento, intentaba que cada momento que pasaba no lo estropeara con cualquier cosa que dijera o hiciera. Hasta que me cansé. Me cansé de TODO. De lo que opina la gente, de lo que piensa, definitivamente me cansé de todo, así que decidí cambiar.
Nunca se puede gustar a todo el mundo, ¿no? Así que empecé a hacerme a la idea que siempre habrá gente que opine en contra tuyo, personas a las que no les caerás bien, pero ¿qué importa eso si también tienes el apoyo de la gente que te quiere? Puede que tengas solo una persona a la que le importes, o mil. No importa, mientras tengas alguien, debes tener la fuerza suficiente pero si no la tienes, tendrás la de esa persona, que te apoya. 
Nuestra sociedad es una sociedad materialista, egoísta, en la que las personas sólo se mueven por sus propios intereses sin pensar en los demás. Aunque no toda la gente es así, también hay personas buenas, consideradas y que piensan en los otros, pero lo difícil es encontrarlas. Así que yo os doy el consejo que si tenéis una persona a vuestro lado que os apoya, haced todo lo posible para mantenerla con vosotros, no la dejéis ir, porque si no al final os arrepentiréis. Os arrepentiréis porque esa persona es la que nos ayuda caída tras caída, nos ayuda a afrontar los problemas. Está con nosotros cuando lloramos, cuando necesitamos alguien que nos haga sonreír.
Por eso, cuando muchas veces nos sentimos solos, sin nadie a nuestro lado, no es verdad. Siempre esta esa personilla que sabemos que no nos juzgará, nos ayudará a levantar esa cabeza abatida, a levantarnos los ánimos, a no dejar que nos rindamos, a no decir que no podemos conseguirlo.

La vida es como el ying y el yang. Cuando todo va mal y está todo oscuro nos encontramos en el ying, pero para salir de él tenemos que seguir ese rayo de luz, que nos lleva esa esperanza, que tiene que crecer en nosotros para así guiarnos hasta el yang, podernos aferrarnos a él, y ser feliz.




Núria