miércoles, 4 de diciembre de 2013

El frío de los abrazos

Primavera... Verano... Otoño... Y en dirección a invierno. El frío llega y es cuando empiezas a adorar tener esa persona a tu lado abrazándote y transmitiéndote calor, más calor que estando justo al lado de la chimenea con las manos casi rozando el fuego, más calor que teniendo diez mantas encima, más calor que nada, solo porque es él.
Ese frío de invierno en el que vas paseando por la calle y te coges de su brazo  y ya no sientes nada más que un dulce hormigueo en todo el lado de tu cuerpo que lo está rozando. Ni te das cuenta de como el frío viento choca con tus mejillas y las hiela. Solo puedes sentir su calor y su olor.
Este es el frío de los abrazos, que con uno solo ya no existe nada más. Solo tú, el abrazo y él. No existen ni las otras personas, ni el frío, ni el invierno, nada.

Pero luego también están las otras personas que anhelan esos abrazos. Personas como yo que mientras voy escribiendo se me congelan las manos y no tengo a nadie que me las coja o abrace, porque para mí si hay invierno. Para mí sí existe el frío.




Núria



sábado, 2 de noviembre de 2013

Oscuridad

Ella echa de menos esos momentos. Esos momentos envuelta de oscuridad que le llenan el mundo de belleza.
Añora estar sentada en una sala del cine con las luces apagadas y la pantalla reflejando imágenes aleatorias mientras está a su lado, cogiéndole fuerte la mano, respirando su colonia y sentirse apartada del mundo real, sentirse pertenecer a un mundo creado por ellos dos.
Recuerda esos instantes por la noche acurrucada entre sus brazos y sintiéndose querida, mientras el oscuro cuarto les protegía a los dos y los envolvía de calor y amor. Recuerda justo esos instantes en los que cerraba los ojos rendida por el sueño y cuando él le decía con voz suave "Te quiero" junto a delicado beso en la cabeza.
Ella sabe que nunca podrá olvidarse. Esas noches en las que él la iba a buscar a su casa y se iban los dos juntos con el coche a cualquier sitio. Se iban al parque, a la playa, a sentarse en un banco en medio de la calle, al medio de la montaña, al portal de un bloque de pisos, a tomar una taza de chocolate caliente en algún bar que encontrasen abierto... Ella recuerda estar en todos estos sitios, envuelta por la noche y iluminada por las estrellas repartidas por el oscuro cielo nocturno. Ella recuerda haber estado en todos estos sitios, de todas maneras, junto a él y no puede ver qué cosa más bella puede existir en este mundo.

Echa de menos esa bella oscuridad que los rodeaba y acogía, pero lo que más echa de menos es a él.

Núria

domingo, 27 de octubre de 2013

Predestinados a estar juntos

Su respiración entrecortada choca contra mi mejilla. La piel de gallina recubre todo mi cuerpo, me provoca escalofríos. Su mano me aprieta la cintura y me acerca más a él, haciéndome sentir su cuerpo en totalidad contra el mío. Sube la mano y me acaricia la cara con suavidad, con su pulgar roza mis labios y eso hace que se me escape un gemido. Él se ríe de forma suave y cortada que me llena de calor. ¿Cuál es su efecto en mí? Su roce me enloquece.
-¿Lo sientes?- Coge mi mano y la sube hasta su pecho haciéndome sentir los latidos de su corazón. Asiento mientras mi mirada sube hasta encontrarse con sus ojos. Unos preciosos ojos tan oscuros como la noche me paralizan y a la vez despiertan mi adormecido corazón.- Esto eres tú.
-¿Yo?-Hablo sin ser capaz de reconocer mi voz.
-Eres tú, porque este corazón no es mío. Te pertenece, te pertenezco.- Dice con su aterciopelada voz.- Por eso, por favor, no me dejes. No te vayas.-Me suplica con ojos humedecidos.
-¿Que no me vaya? ¿Adónde?-Contesto.
-Por favor, por favor. No me dejes solo, no te vayas otra vez.-Repite él.
Y, sin opción a volver a preguntarle se inclina hacia mí e inconscientemente cierro los ojos espectando lo que estaba por provenir. Noto que sus labios rozan los míos con plena suavidad, pero no puedo degustar más de ella.
Pipipipi pipipipi pipipipi....
Maldigo entre dientes el despertador y lo apago. ¿Qué ha sido eso? Aún tengo la piel de gallina y sigo notando la suavidad de sus labios junto los míos. Me siento acelerada y pongo mi mano en el pecho para calmarme, cosa que tiene efecto opuesto, pues noto mi corazón latir aún más rápido: tutum tutum tutum... Al igual que su corazón, al mismo ritmo: tutum tutum tutum...
Me levanto de la cama sintiéndome desorientada y por la ventana, que está medio abierta, junto con una oleada de viento, llega volando hasta mis pies un papel doblado por la mitad. Lo cojo y lo leo:

"Te has ido. Pero yo te seguiré esperando todos los días de mi vida, no solo porque te pertenezco, sino porque nos pertenecemos, el uno al otro. Estamos predestinados a estar juntos.
Siempre tuyo"

Núria

lunes, 7 de octubre de 2013

Desengancharse

¿Cómo alguien puede desengancharse de su mayor droga? ¿Cómo abandonar tú mayor adicción? ¿Cómo se puede dejar atrás algo que te hace sentir tan vivo?
En tan solo un parpadeo pude ver tu silueta y mi corazón saltó del pecho sin control, me reviviste. Te vi, me viste, nos miramos y nos saludamos. Pero ya no es como antes, dijiste el "hola" y seguiste tu camino, como si yo fuese una completa desconocida. ¿Cómo puedo sentirme tan mal por cómo actúas conmigo y a la vez tan viva de tan solo verte?
Ni un solo segundo en el que tu nombre no aparezca grabado en mi mente, ni uno solo. Y cuando te veo, la vida pasa a ser de color gris a todo color, llenas mi vida, pero tu ni te das cuenta.

Es una pena que para ti solo signifique una persona cualquiera en tu vida y que para mi seas mi vida. Entonces ¿Cómo puedo desengancharme de ti?


Núria

jueves, 3 de octubre de 2013

RESEÑA: "Apuesto por ti" de Jònia Anatòlia




SINOPSIS:
"Tras la última discusión con su prepotente padre, Míriam decide que es hora de irse a vivir con su madre, a la que no ha visto ni sabido de ella en años. Lo que no esperaba al llegar a su nuevo hogar, era tener que convivir con el hijo del nuevo marido de su madre y tener que competir con él por la atención de ella y su lugar en la casa. Sin embargo, algo no va bien con Cristian; aparece a las tantas de la noche, lleno de moratones y su humor cada día es peor. Decidida a saber que ocurre, terminará adentrándose en el mundo del «Almacén nº 6», un lugar lleno de secretos, dinero y situaciones límite, del que tal vez no pueda —o no quiera— salir."


MI OPINIÓN:

No puedo evitar tener un sabor agridulce en la boca cada vez que pienso en este libro. Cuando lo empecé a leer no tenía demasiadas expectativas pero me sorprendió bastante. Es una lectura fresca y entretenida que tiene momentos para todo: amor, intriga, emoción, discusiones... Todo lo que tengo que decir de esta novela es bueno, el único defecto que le encuentro es el final. El final que le da la autora es... ¡argh! Lo deja tan abierto que es para morirte. En un principio este libro tendría que ser el primero de una saga pero no tengo mucha confianza en que así sea...

Al inicio de la lectura, esperaba que fuese una de esas típicas novelas entretenidas para leer una tarde de verano pero ¡NO! Entretenida lo es un rato, pero la intriga también está presente, ¡Vaya si está presente! Para mí, uno de los factores más importantes para que me enganche una novela es basándome en la intriga, y esta novela me ha gustado por eso. En cada capítulo, a la vez que te desvela una cosa te engancha con otro interrogante y así hasta llegar al final, que te quedas con el interrogante más grande de toda la novela.

Sobre los personajes, la verdad es que, no he tenido mucha conexión con ellos, me ha faltado un algo para poder entender sus acciones. La protagonista, Míriam, hay veces que me ha estado volviéndome loca, había momentos en los que apoyaba sus elecciones pero otras que no podía ni entender cómo se le pasaba por la cabeza algo así. También está Cristian que (¡ATENCIÓN SPOILER!) si yo hubiese estado en el lugar de Míriam también me hubiese enamorado de él, es un personaje bastante versátil que es imposible que no te conquiste, poco a poco va llegando a tu corazón y en el final llega hasta el fondo de todo. Cristian es un personaje que la escritora lo ha tratado con mucha inteligencia y perspicacia para que sea imposible que no le guste a los lectores. Estos dos no son los únicos protagonistas, también están Andrea, Jenny y Ana/Pili, que juegan un gran papel en la historia y que sin ellos no sería nada. Y, finalmente, también me gustaría destacar a los padres de Míriam y Cristian que es otro aspecto que no terminó de cuadrarme en la novela. Al inicio se les da una importancia considerable pero a medida que avanza la historia van desapareciendo pasando como a un segundo plano y esto no me gustó.

Para resumir, Apuesto por ti es una novela que engancha, hay momentos en los que quieres hasta tirarte de los pelos de la intriga, otros en los que no puedes parar de leer y morderte las uñas y otros para suspirar... Este es un muy buen debut de Jònia Anatòlia, de la cual espero saber más de ella pronto, porque si no, definitivamente, voy a detestar el final de la novela. La novela es un buen inicio para esta chica que pienso que para ser su primera obra está más que bien y tengo por seguro que le queda un buen futuro por delante.


PUNTUACIÓN:



Núria

¿Son señales... o invenciones mías?


Tu azulada mirada me congela, pero a la vez me reta. ¿A qué juegas? Te sostengo la mirada intentando descifrar lo que me quieres decir pero no hay forma. Pasas por delante de mi sin decir nada, solo muestras una sonrisa ladeada y a medida que avanzas vas apartando tu mirada pero intentando retenerla en mí el máximo tiempo posible. Parpadeas, haces un último vistazo y me das la espalda. ¿Qué debo hacer yo delante de tu actitud?
¿Soy yo que veo señales o es más bien que me estoy volviendo loca? 

Acércate, tócame, háblame, pero no puedo más con este silencio. Rompe la distancia que hay entre nosotros o no la tantees, porque yo no soy muy resistente, soy más bien como un vaso de vidrio, con un solo golpe me rompo, así que si estás jugando conmigo aléjate.


Núria

sábado, 28 de septiembre de 2013

Esperando a que me hables

Me fijo en ti y veo que me observas, me miras de arriba a bajo con tus ojos azules y luego, sin mostrar ninguna emoción en tu cara, abres la puerta y te vas dejándome con las mejillas escarlatas, las piernas de gelatina y con la pregunta de siempre en mi cabeza: "¿Qué significa esto?"
Día tras día, nos cruzamos y siempre es igual, cuando coincidimos me haces lo mismo: observas, me miras fijamente, callas y te vas. ¿Qué debo hacer?, ¿Qué debo hacer después de que tus miradas se hayan convertido en mi adicción? Me has malacostumbrado. Tantos días mirándome que hasta me parece que me hablas. Tu callas, pero tu mirada no. Todas las miradas que me dedicas no son silenciosas, quieren decirme tanto que al final se acaban callando, como tu.
Tantas miradas entre tantos silencios... No lo soporto más. ¡Háblame! No puedo aguantarlo, no después de estar tanto tiempo separados. Tres semanas sin tus miradas ni tus silencios. Tres semanas sin poder ver tus ojos. Tres semanas sin sentirme que en cualquier momento puedo derretirme. Tanto tiempo que ya no sé ni lo que hago, escribo sobre ti mientras cuento las horas que me quedan para poder verte. Tan solo son unas pocas, así que si he podido aguantar tres semanas podré aguantar tres horas.
Solo quedan tres horas para verte y que me hables con tu mirada. Tres horas en las que me pasaré suspirando anhelando y esperando tus silencios y tus azulados ojos.




Núria

jueves, 15 de agosto de 2013

Era lo que prometimos

No hay nada. Desde que marchó solo hay oscuridad. Voy de un lado a otro sin ningún rumbo fijo. Noto a la gente que pasa a mi alrededor pero no les veo. Solo espero encontrarme con la cara que yo busco, que busco desde hace tanto tiempo. 
Me siento en un banco y todos los sitios donde miro se me hacen borrosos a la vista, quizás por las lágrimas que surcan de mis ojos hacia abajo.
Le echo de menos. Le echo tantísimo de menos...
Siento un leve calor en mi espalda y levanto la mirada, que estaba fijada en el suelo, para ver hacia mis espaldas. Me levanto también del banco. Me seco las lágrimas y... Le veo. Con las manos en los bolsillos, el pelo rebelde, despeinado y achinando los ojos por culpa del fuerte viento. Se para; me ha visto.
La respiración se me para, el calor que antes sentía en mi espalda se ha convertido en todo un cosquilleo que me invade por todo el cuerpo. Es él. Ha vuelto. El corazón noto que me saldrá desbocado, sentía que hasta él en la distancia podría escuchar cada latido de mi enfermo corazón.
Mi corazón, enfermo de amor por él, revive al verlo.
Doy la vuelta al banco y camino hacia él. No hace nada. Está quieto, mirándome fijamente. Me acerco más a él, tanto que si alargo mi brazo podre acariciarle la cara.
Se saca las manos de los bolsillos, me mira de arriba abajo y sube las manos hacia mi cabeza, donde me arregla el pelo removido por el viento. Deja de tocarme y me siento vacía, pero cuando deja sus brazos caer a cada lado de su cuerpo me sonríe.
- Hola- Dice aún con su sonrisa ladeada.
- Hola- Le contesto con un ligero temblor en mi voz.
Mis ojos se humedecen y me pregunto por qué no hace nada. Solo me observa con una mirada llena de cariño y con su sonrisa tan particular.
- Has vuelto- Digo yo evidente.
A él se le ensancha la sonrisa.
- Y tu me has esperado.
- Era lo que prometimos.- Me encojo de hombros y bajo la mirada, tímida.
- Y lo hemos cumplido.
Vuelvo a levanta mi mirada y me encuentro con la suya. Me coge de la mano y me arrastra aún más cerca suyo. Siento su calor y nuestros corazones retumbando en el pecho del otro.
Me besa y me dejo arrastrar por todos estos sentimientos retenidos dentro de mí desde hace tiempo. Me inunda su olor. Y, tanto él como yo, nos dejamos fundir en este beso tan necesitado por los dos.

Núria

jueves, 18 de julio de 2013

Vidas llenas de sueños

La Vida y los Sueños van juntos de la mano. Una vida sin sueños es una vida vacía, sin ningún propósito que conseguir y... Entonces, si no tenemos sueños ¿Qué tenemos?

No tenemos nada. Nada. Cero. Estamos con las manos vacías. Si, para empezar, no tenemos un propósito nuevo cada mañana, ya ni haría falta que nos levantáramos de la cama. Si vamos a vivir un día sin nada que hacer, ¿Por qué levantarse?

Y si luego tampoco tenemos sueños, no vale la pena vivir. Porque ¿Por qué vivir una vida sin nada a motivarnos?

Una vida sin sueños, no es vida. Vivir es soñar y soñar es poder vivir.

Vivid una vida de sueños y intentad realizarlos, vale la pena. Si no, preguntaros, entonces, el porqué estáis aquí, el porqué vosotros habéis sido los elegidos para llegar a este mundo y vivir y, en ese momento, buscad vuestro propósito para vivir ese día; luego ya tendréis tiempo de buscar e intentar realizar vuestro sueño.



"¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son. "  - Pedro Calderón de la Barca

Núria 

domingo, 14 de julio de 2013

Cómo lo desearía

Cómo desearía poder encerrarme en una habitación contigo y dejar todo el mundo detrás de la puerta. Poder tenerte junto a mi, sin que el mundo se interponga entre nosotros. Dejando toda la otra realidad ajena detrás de la puerta. Siendo solo tú y yo.
Tocándonos.
Acariciándonos.
Sintiéndonos.
Besándonos.
Queriéndonos.
Amándonos.
Tú y yo junto a los latidos de nuestros corazones de fondo tocando la misma sinfonía.
Cómo desearía que llegara el día en que llegaras y poder encerrarnos en la habitación. Sueño contigo y aún ni te conozco, pero aquí estoy, dejando la puerta abierta para ti. Esperándote, Amor.


Núria

miércoles, 10 de julio de 2013

Happily ever after

Odio, de verdad, ODIO que en la ficción (películas, libros, series... lo que sea) se empeñan en hacer finales tristes. ¿Qué hay de malo en los finales felices? Esos "...y vivieron felices y comieron perdices", ¿Dónde se han perdido? Porque últimamente estoy harta de que hagan estos finales para sacarte las lágrimas. ¿No es suficientemente cruel la vida, esta realidad en la que vivimos, para que también nos hagan hacer sufrir en la ficción?
A mi me gusta ver películas y series y leer libros porque me evaden de la realidad en la que vivo, porque me hacen pasar un buen rato y estoy desconectada pasándomelo bien ese tiempo, pero cuando terminan con un final triste, realmente, lo odio porque me fastidian este tiempo que quería pasármelo bien y hacen que después, una vez ha terminado (la película, capítulo o novela) me coma el coco pensando en ese final y en esos " Y si...".
¡Dejad de poner triste a las personas con estos finales y hacednos felices y sacadnos una sonrisa que hay mucha escasez de esto últimamente y por desgracia! En este mundo las sonrisas están en peligro de extinción, así que directores, guionistas, escritores (etc.) no terminéis con las pocas que quedan y motivarnos a sacar más sonrisas.

Porque... ¿A quién no le gustan los "Happily ever after?


Núria

Huellas en la arena

Es parte de las personas tener sueños, una realidad con la que soñar. Esos sueños que se tienen antes de quedarte totalmente dormida en la cama. Esos instantes en los que sueñas con una realidad que te gustaría vivir y luego te duermes soñando con esa realidad perfecta y llena de felicidad.
Pero al despertarte y levantarte la mañana siguiente todo se ha borrado, y caes en la realidad que realmente estás viviendo y se te acaba borrando todo sueño que has tenido.
Es como caminar por la playa y dejar tus huellas marcadas en la arena y que luego el mar, con una ola, las borra todas. Eso es lo que hace la realidad, nos borra los sueños.



Núria

Querido pasado,


Por si no te has dado cuenta por ti solo, he crecido. Ya no soy la misma niña de seis años con dos coletas, a cada lado de la cabeza, recogidas con dos lacitos rosas. Si no lo has visto aún, he madurado. Ya he dejado de peinar y cambiar de ropa a las muñecas, he dejado de jugar a las cocinitas y ya no me conformo con un sugus o un simple caramelo que, antes, eran uno de mis principales motivos de sonrisa.
Es verdad que estoy ocupada jugando con una muñeca, pero de lo que me ocupo ahora es de lo que hace y de lo que le depara la vida, mi vida. Esa muñeca soy yo, pero esta vez, no puedo permitirme juegos.
Ahora tengo un presente en el cuál ya no puedo dejar pasar el tiempo pensando en mi niñez ni en mis errores. Quiero borrar mi pasado, todo lo que he sido, quiero renovarme y alejar todos los recuerdos que tengo. Necesito separarme de la persona que fui y acercarme a otra persona nueva, fresca y diferente. ¿Es mucho pedir?
Tan solo quiero que te alejes de mí para poder avanzar, sin estancarme, que es lo que estás provocando tú en mí. Sé que mis hechos no se pueden borrar, ni tampoco quién fui, ni lo que hice. Me comporté muy mal, hice de mi vida un mal sueño del que ahora quiero despertar. Dentro de mí tengo el ansia de abrir los ojos y despertarme para poder liberarme de tanta oscuridad. ¿Dónde están las varitas mágicas de las hadas de los cuentos cuando necesitas un poco de ayuda? Porque yo necesito mucha, de ayuda, necesito apoyo, alguien con quién hablar y que sepa subirme la moral, alguien a quién no le importe lo que fui ni lo que soy. Quiero alguien a mi lado que sepa valorar lo que quiero ser en un futuro y me ayude a conseguirlo.
Siento que si desapareciera nadie me echaría en falta. Ni una sola lágrima por mí, ni un solo recuerdo conmigo. Nada. He chocado con esta realidad y he caído de mi "sueño" de vida que creía que me hacía feliz. Sí, tengo gente que me quiere pero me siento sola, desplazada y... Verdaderamente olvidada.
Aunque sé que ahora tengo un presente, un ahora que vivir, no puedo dejar de pensar en más allá. En lo que puedo ser pero no soy, en lo que quiero y no tengo, en el tiempo perdido y el que me espera; que cada minuto que pasa, este tiempo, se me escurre de las manos, siento que lo pierdo, que estoy atrapada en cuatro paredes que no me dejan ver más allá, que impiden mi avance y que cada vez me siento más perseguida y rodeada por los fantasmas de mi pasado.
Necesito ayuda. ¿Por qué siento tanto miedo si en realidad soy yo misma la que no me dejo avanzar? Realmente, soy yo la que se pone obstáculos que no me dejan cambiar. Tengo que sacar fuerzas dentro de mí, no puedo rendirme y quedarme tendida en el suelo envuelta por estas paredes, tengo que creer en mí.
¿Sabes qué Pasado? Si no puedo atravesar estas paredes, tendré que escalar, pero si tampoco puedo, porque son demasiado altas, no diré que no puedo, seguiré intentándolo y excavaré para poder salir de esta cueva del pasado que me retiene.
Sé que lo conseguiré porque sé que merezco ser alguien mejor y, también, sé que puedo serlo. Cuando salga de aquí, me veré envuelta de tanta luz, después de estar rodeada de esa oscuridad, que me sentiré reconfortada y esta sensación será el inicio de mi nuevo yo, alguien con ganas de empezar algo nuevo y alguien mejor. Pero lo seré, cuando tú, Pasado, dejes de atormentarme. Ahora soy lo suficientemente valiente como para enfrontarte, así que será mejor que me dejes porque si no, dentro de poco, quien se alejará de ti seré yo.


Atentamente, partiendo hacia un futuro mejor.



Núria

Tic. Tac.

Las personas, muy pocas veces, o nunca, ven cuánto pueden cambiar las cosas en tan solo un instante porque nos cuesta ver que cada momento que vivimos tiene importancia y que conlleva una consecuencia. Todos somos quienes somos por lo que hacemos y eso hace que cada minuto, no, mejor dicho segundo importe, porque todo puede cambiar.
El tiempo es algo que realmente va en nuestra contra siempre y debemos aprender a afrontarlo, si no lo hacemos estamos perdidos. Perdidos en un mundo caótico, sin rumbo, sin sentido, desordenado... Y todo eso ¿Por qué? Pues porque no hemos sabido administrar nuestro escaso tiempo de vida en algo realmente especial e importante.
Tenedlo en cuenta, cada segundo que vivimos importa y si alguien no lo sabe apreciar... Ya se encontrará la patada en el culo que le hará el mundo.

Tic. Tac. ¿Qué vas a hacer tú con el tiempo que la vida te ha dado?


Núria

Pensamientos aleatorios

Silencio. No oigo nada.
Soledad. Estoy sin nadie.
Miedo. No tengo protección.
Frío. Angustia. Terror. No siento nada más. Todo está demasiado vacío.
Me frustran todos los pensamientos que dan vueltas por mi cabeza y que no tienen respuesta ni solución.
Todo tan complicado y yo, preguntándome por ello.
Pienso y no sé lo que pienso. Tanto por lo que preocuparme y no sé qué es por lo que tengo que preocuparme primero.
¿Perdida? Un poco, pero no sin una solución a esto.
Cierro la ventana y bajo la persiana inundándome de toda la oscuridad que hay en la habitación. Sin ningún lugar en el que perderme. No hay nada. Cierro los ojos y dejo escapar todos los pensamientos que están turbándome mi mente.
No oigo nada y lo oigo todo.
Estoy sola y acompañada.
Y el miedo no existe dentro de una oscuridad que me protege.


Núria

Libros

Un buen libro es aquel que hace que te sumerjas en su mundo, de forma inevitable haciéndote vivir en sus mundos de fantasía eternamente. 
Los libros que valen realmente la pena son aquellos con los que, al ir leyendo la historia, has sentido, vivido y experimentado las mismas sensaciones que el protagonista.









Si encontráis un libro así, no lo dejéis, ponerlo en un pedestal y adorarlo, libros así hacen que te olvides de lo que te espera en el mundo real y que puedas disfrutar de un momento de fantasía. Así que, de verdad, libros así, mantenedlos junto a vosotros por si en algún momento queréis volver a revivir su historia.



Núria

Afróntalo, sonríe, no digas que no.

En nuestro mundo estamos rodeados de injusticias  personas sin delicadeza alguna al decirte las cosas, personas que te desprecian sin motivo alguno, intentas hacer algo y ellos te derrumban, pero ¿Sabéis qué? Yo, muchas veces, me he sentido sola, sin apoyo alguno, sin nadie que consiguiera alegrarme el día tan nefasto que estaba pasando. Me pasaba eso, sólo porque me importaba lo que dijeran los demás, porque era tan estúpida de inquietarme y ponerme nerviosa por si la otra gente me juzgaba por lo que hacía. No aprovechaba el momento, intentaba que cada momento que pasaba no lo estropeara con cualquier cosa que dijera o hiciera. Hasta que me cansé. Me cansé de TODO. De lo que opina la gente, de lo que piensa, definitivamente me cansé de todo, así que decidí cambiar.
Nunca se puede gustar a todo el mundo, ¿no? Así que empecé a hacerme a la idea que siempre habrá gente que opine en contra tuyo, personas a las que no les caerás bien, pero ¿qué importa eso si también tienes el apoyo de la gente que te quiere? Puede que tengas solo una persona a la que le importes, o mil. No importa, mientras tengas alguien, debes tener la fuerza suficiente pero si no la tienes, tendrás la de esa persona, que te apoya. 
Nuestra sociedad es una sociedad materialista, egoísta, en la que las personas sólo se mueven por sus propios intereses sin pensar en los demás. Aunque no toda la gente es así, también hay personas buenas, consideradas y que piensan en los otros, pero lo difícil es encontrarlas. Así que yo os doy el consejo que si tenéis una persona a vuestro lado que os apoya, haced todo lo posible para mantenerla con vosotros, no la dejéis ir, porque si no al final os arrepentiréis. Os arrepentiréis porque esa persona es la que nos ayuda caída tras caída, nos ayuda a afrontar los problemas. Está con nosotros cuando lloramos, cuando necesitamos alguien que nos haga sonreír.
Por eso, cuando muchas veces nos sentimos solos, sin nadie a nuestro lado, no es verdad. Siempre esta esa personilla que sabemos que no nos juzgará, nos ayudará a levantar esa cabeza abatida, a levantarnos los ánimos, a no dejar que nos rindamos, a no decir que no podemos conseguirlo.

La vida es como el ying y el yang. Cuando todo va mal y está todo oscuro nos encontramos en el ying, pero para salir de él tenemos que seguir ese rayo de luz, que nos lleva esa esperanza, que tiene que crecer en nosotros para así guiarnos hasta el yang, podernos aferrarnos a él, y ser feliz.




Núria